Juez Segunda Libera al «Gober Precioso», Mario Marín

El exgobernador de Puebla, está acusado de mandar a torturar a la periodista Lydia Cacho y de proteger al empresario Kamel Nacif, relacionado con una red de pornografía infantil.

Durante el fin de semana, la juez Segunda de Distrito de Quintana Roo cambió la medida cautelar de Mario Marín, permitiéndole enfrentar el juicio bajo arresto domiciliario. Esta decisión provocó indignación, ya que Marín está acusado de delitos graves. Lydia Cacho, a través de sus redes sociales, criticó la decisión y destacó que “la justicia sí que es un privilegio para los más poderosos”.

Reacción de Lydia Cacho

La periodista Lydia Cacho denunció públicamente la disparidad en el tratamiento judicial. Resaltó que la fianza impuesta a Marín fue de 100 mil pesos, mientras que, por su parte, ella fue encarcelada por una fianza de 70 mil pesos tras denunciar redes de pornografía infantil. Esta situación ha generado un fuerte debate sobre la justicia y el trato preferencial hacia los poderosos.

Reforma al Poder Judicial

El presidente López Obrador aprovechó la ocasión para enfatizar la necesidad de una reforma al Poder Judicial. Propuso que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto directo, buscando así reducir la corrupción y los privilegios dentro del sistema judicial. Según AMLO, casos como el de Marín reflejan la urgencia de esta reforma para asegurar que la justicia sea equitativa y accesible para todos.

AMLO describió la decisión de liberar a Marín como un «sabadazo», insinuando que estas decisiones suelen tomarse en días donde la atención mediática es menor. Criticó la protección que algunos jueces brindan a figuras políticas influyentes y mencionó que Marín fue protegido debido a su participación en el supuesto fraude electoral de 2006. En ese año, López Obrador perdió la presidencia frente a Felipe Calderón por un estrecho margen.

Implicaciones Políticas y Judiciales

La liberación de Marín ha desatado una serie de críticas hacia el sistema judicial mexicano. Lydia Cacho señaló que Alejandro Armenta, presunto «ahijado» de Marín, podría llegar a ser gobernador de Puebla tras cambiar del PRI a Morena. Esto, según Cacho, indica que Marín aún tiene influencia en el Poder Judicial, lo que perpetúa la corrupción y el abuso de poder.

Conclusión

El caso de Mario Marín y Lydia Cacho pone en evidencia las profundas desigualdades y desafíos dentro del sistema judicial de México. La respuesta de AMLO y la indignación de la sociedad subrayan la necesidad de una reforma urgente para asegurar que la justicia no esté al servicio de unos pocos, sino que proteja a todos por igual. Este caso emblemático continúa siendo un punto de referencia para el debate sobre justicia y derechos humanos en el país.

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